La dieta mediterránea es más que una pauta nutricional, es un estilo de vida en el que se tienen en cuenta los nutrientes de la carne, las verduras, el pescado, los huevos y otros alimentos.
Actualmente, el concepto de «comer» no implica sólo ingerir alimentos. Comer es quedar, reencontrarse, charlar, brindar, disfrutar… es una forma cultural de relacionarse.
Está claro que el cuerpo necesita nutrientes básicos como son:
- las proteínas,
- los carbohidratos,
- las grasas,
- las vitaminas,
- los minerales
- y el agua
Y aquí es donde la carne destaca por la calidad de sus proteínas y por su alta digestibilidad. Los nutrientes de la carne son aminoácidos esenciales y micronutrientes esenciales para la buena salud como son:
- vitaminas B1, B2, B3 y B6 y B12
- hierro
- zinc
- fósforo
- selenio
- potasio
En cuanto al perfil lipídico, cabe destacar que la carne de vacuno ganado vacuno está entre las de menor aporte graso. Hay además partes magras con gran aporte nutricional y beneficios para la salud de quien las consume. Algunos portales ya hablan de la carne como «pieza clave en la dieta mediterránea».
Los nutrientes de la carne se mantienen mejor en productos frescos
En la dieta mediterránea se prioriza el consumo de alimentos frescos y se evitan los procesados. En Demanda Vacuno estamos muy de acuerdo con este consejo, pues conocemos bien la calidad que aporta lo natural y el gran aporte que produce en el organismo.
Los nutrientes de la carne se mantienen mejor en los alimentos frescos. Por eso los valores tradicionales marcan la senda de nuestro negocio. Así la carne que distribuimos llega con el sabor de siempre a establecimientos hosteleros, residencias, carnicerías y tiendas de alimentación.
Si hablamos de lo natural, no podemos olvidarnos del aporte de agua. Este pilar básico en la dieta mediterránea es el aliado perfecto para una hidratación correcta. Se recomienda beber entre 1,5 y dos litros por persona al día. Aunque lo cierto es que la cantidad depende de cada persona primeramente según su edad, nivel de actividad física. También influye la situación personal y las condiciones climáticas del lugar donde se encuentre.
Por último, recomendamos huir del sedentarismo y mantenerte físicamente activo. La práctica regular de ejercicio semanal, adaptado a las capacidades de cada persona, ayudarán a conservar una buena salud y un mejor nivel de vida.